domingo, 21 de febrero de 2016

Desde Atocha hasta Alcalá

Me he dado cuenta de que Madrid es demasiado grande, demasiado acelerada, demasiado inmensa, tan, tan grande, que escribirle una entrada de diez paginas sería caer en esa manía que tiene la ciudad de hacer todo a lo grande, por lo que iré a la contraría, y dejaré algo breve.





Ciudad permanentemente apurada,
personas que corren sin llegar a ningún lugar,
pasando por Atocha, terminando en Alcalá,
mira en que ciudad te vengo a encontrar.

Ibas caminando, mirando sin mirar,
quizás es por eso que contigo me fui a tropezar,
distraída, mas baja de lo normal,
unos ojos negros faciles de mirar.

Pero esta ciudad me contagió de esa enfermedad,
solo tuvimos un día para poder disfrutar,
maldita ciudad que nos hace movernos con celeridad,
supongo que alguna vez te volveré a encontrar.

Caminaremos desde Atocha hasta Alcalá,
visitaremos la Gran vía, no extrañaremos el mar,
en la puerta del Sol nos volveremos a encontrar,
y esa vez, las palabras sobrarán.

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