domingo, 22 de noviembre de 2015

No te arriesgues...

No te arriesgues, no te aventures en lo desconocido, no le confieses tu amor sincero a esa persona especial, ni tampoco te atrevas a probar cosas nuevas... No lo hagas, porque de hacerlo comenzarás a experimentar un mal incurable.




De pronto, comenzarás a sentir que la rutina te molesta, que las convenciones sociales te parecen aburridas, y empezarás a preguntarte cosas que antes ni siquiera te atrevías a observarlas. Te encontrarás de pronto preguntándote si existe algo mas allá, si podrás algún día escuchar todas las historias que se esconden en la longitud del mundo, te descubrirás preguntándote tonterías como cuantas estrellas existen en el universo o que extraños mundos hay allá fuera.

No te arriesgues, porque podrías romperte el corazón, y también descubrir al amor de tu vida, a esa persona que hace que todo el mundo parezca menos gris, menos cansado, menos viejo. Porque si te arriesgas, podrías encontrarte de pronto haciendo planes a futuro, descubriendo nuevos sueños y planificando viajes para dos.

Por eso no nos podemos arriesgar jamas, el mundo te quiere sumiso, dócil, sumergido en una rutina de preocupaciones y deseos inconclusos, suicidate en un escritorio, firma tu testamento de hipotecas, y deja que te impongan sueños personas sin rostro. Porque solo así podrás vivir tranquilo...

No te arriesgues jamas, porque miles de cosas malas podrían pasar, pero quizás, y solo quizás, en una de esas tantas incertidumbres que te traería arriesgarte... Podrías entender que vivir es precisamente eso, arriesgarse creyendo que todo saldrá bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario